El agua dura es nuestro enemigo más grande.
Ésta destruirá toda esperanza que abriguemos, hasta destruimos cuando
deberíamos estar gozando del fruto de nuestras labores. Coyunturas impedidas,
repetidas operaciones, corazones agrandados, arterias endurecidas, piedras de
la vesícula, piedras de los riñones, problemas para oír, y mente olvidadiza; todos
estos síntomas, y otros más, nos privan de las actividades al aire libre, y nos
confinan a ruidosas mecedoras; y finalmente nos inmovilizan en cama, ¡en asilos
de ancianos!
¿Por qué todo esto cuando el
cuerpo y la mente fueron diseñados divinamente para vivir para siempre?
El Dr. Alexis Carrel lo comprobó.
El Capitán Diamond vivió una
larga vida muy alegre y feliz.
Sigamos ahora el curso del
agua dura, la causa de nuestras enfermedades.
Todo comienza en las nubes.
Mientras la lluvia cae, colecciona minerales y sustancias atómicas venenosas.
Ésta es agua buena, excepto por las cosas que recoge en su trayectoria. Cuando
llega a la tierra, está divinamente diseñada para hacer una sola cosa: recolectar
minerales. Estos minerales son buenos, pero solamente para las plantas. El agua
recoge minerales, y al mismo tiempo los distribuye equitativamente en la vida
de las plantas. Las plantas nunca crecerían si estos minerales no fueran
llevados hasta sus raíces. El agua, entonces, actúa como depósito de algunos
minerales a saber, los aniones nutritivos. ¡Pero sorpresa! las substancias
químicas ahora han ensuciado el aire puro. Para limpiar el aire, y hacerla apto
para respirar, la naturaleza designó el agua, para absorber todos estos
venenos.
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